Fue uno de los personajes más nombrados en la semana previa y tuvo su momento en el escenario.
La 81º entrega de los premios Oscar tenía la necesidad de cambiar para seguir siendo lo mismo: la más esperada y comentada premiación del mundo del cine.
Por eso intentaron darle una lavada de cara incluyendo un conductor no tradicional, como el actor australiano Hugh Jackman, que cumplió un destacadísimo papel, y presentando en grande a una nueva generación de actores a modo de recambio de grandes ausentes como: Dustin Hoffman o Jack Nicholson, entre otros.
De los nuevo ídolos, los más destacados fueron las estrellas de HSM, Zac Efrón y su novia Vanessa Hudgens, y por otro lado, el esperadísimo Robert Pattinson.
La estrella del momento debido al inconmensurable éxito de Crepúsculo tuvo el honor de pisar el escenario del Kodak Theatre, pero… ¿cumplió con lo esperado?
El joven británico se limitó a presentar un clip con un resumen de las mejores películas de amor del año, donde se permitió bromear sobre su condición de vampiro y su personaje “Edward Cullen”.
Además de esos breves minutos en escena, lo mejor fue cuando Sean Penn recibía su Oscar y le hablaba a Mickey Rourke uno de sus rivales.
Lo destacable es que una de las cámaras que transmitían la ceremonia, logró captar en el mismo plano a Rourke y en la fila de atrás al joven Robert, quien al parecer, en un momento se aburrió del discurso.
Vistos, Mickey Rourke y Robert Pattinson en las perspectiva que la cámara los captó, parecían pasado y presente de la misma persona; o presente y futuro de un actor.
Otra vez, el bello de Rob volvió a mostrar su languidez, su timidez o lo que sea que lo haga tan raro y atractivo, ni más ni menos que en la entrega de los Oscar.
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